En República Dominicana “Sacerdote haitiano legalizó 90 haitianitos en Mao y nada sucedió”..

Esta es la fundación que aportes, complicidad del gobierno de Canadá y permisibidad de Leonel Fernández entre el 2007-2011, violando la Constitución dominicana construyeron en Puertto Plata varios proyectos de casas para indocumentados haitianos.
Los sacerdotes canadiense Pedro Ruquy y el haitiano Vigny Bellerive quien declaró en oficialistas de Valverde 90 niños haitianos como dominicanos. Este crimen nunca se castigó.

Por Marcelo Peralta

Santiago, R.D.-El sacerdote Pedro Ruqouy encaró con esta expresión a los tres inspectores de la Junta Central Electoral (JCE) que lo visitaron el miércoles 9 de octubre 2005 en su casa curial del Batey 5, con el propósito de investigar la declaración de paternidad tardí­a que hizo para adoptar niños de ascendencia haitiana haciendo constar eran dominicanos.

El día 20 de octubre del año 2005, los inspectores de la Junta Central Electoral, Juvenal Lorenzo, Josefina Gomera y Rita Dí­az fueron al Batey 5 donde el sacerdote Pedro Roqouey a investigar las causas de este “intruso” y dizque religioso declarara la cantidad de 87 haitianos como dominicanos.

Este supuesto sacerdote encaró a los inspectores de la JCE con la expresión “Yo soy más que su padre biológico”.

En esa ocasión, la Junta Central Electoral-JCE- anunciaba sometería a la justicia a un sacerdote que declaró a 87 haitianos como ciudadanos dominicanos en la Oficialí­a del Estado Civil del municipio Santa Cruz de Mao, provincia presidente José Desiderio Valverde.

La JCE en el año 2005 prometió procedería a someter al cura párroco Vigny Bellerive, de origen haitiano, ante el Fiscal Titular de la presidente José Desiderio Valverde, por recomendación de la Comisión de Oficialí­as del organismo electoral.

La Fiscalía Valverde nunca recibió notificación de parte de la JCE porque sectores oscuros intercedieron neutralizando el proceso legal contra el intruso.

Mientras el cura haitiano Vigny Bellerive que acusaban de declarar 87 haitianos como dominicanos fue sacado del país en complicidad con autoridades policiales, judiciales, Migración, religiosas y sectores enemigos del país.

El sacerdote Vigny Bellerive, a quien la Comisión de Oficialí­as de la JCE recomendó someter a la Justicia por declarar 87 haitianos como dominicanos, ya no estaba en la República Dominicana.

Hacía diez años que Vigny Bellerive ejerció su labor pastoral en la Diócesis Mao-Montecristi en la Región Noroeste.

Periodistas de este medio en esa ocasión, una secretaria del Obispado de Mao confirmó que Bellerine hace ya un tiempo que no ejerce aquí­ ni labora en ninguna de las parroquias de la Región Noroeste.

Investigaciones periodísticas realizadas el día 20 de octubre 2005 en las provincias Valverde, Montecristi, Dajabón y Santiago Rodríguez se determinó Bellerive no estaba ya en ningunas de las parroquias.

Informes de la Dirección de Seguridad de la JCE de Santiago, se confirmó el supuesto sacerdote haitiano Vigney Bellerive declaró en oficialí­as de Mao la cantidad de 90 haitianos como ciudadanos dominicanos.

Tras insistencias de periodistas, la JCE en esa ocasión prometió que anularía las actas de nacimiento a favor de haitianos indocumentados inscritos de manera irregular.

Fue reiterativa la Comisión de Oficialí­as recomendó al Tribunal de Elecciones que sometería a la Justicia al sacerdote de origen haitiano Vigney Bellerive y que haya fluido en los medios de comunicación nunca se supo, ya que al supuesto religioso lol, sacaron sigilosamente del país.

El 20 de octubre 2005 el doctor Roberto Rosario, juez de Cámara Contenciosa, reconoció que la falta de supervisión, en el pasado como en el presente, es lo que ha permitido que se cometan hechos como estos.

Sin embargo, Roberto Rosario fue presidente de la Junta Central Electoral 2010-2016.

Complejo de viviendas a haitianos en Puerto Plata.

Al ser República Dominicana la “letrina” de organismos internacionales para depositar excrementos, una fundación canadiense creó una comunidad compuesta por haitianos indocumentados.
Ese proyecto habitacional en el municipio Montellano, provincia Puerto Plata, al Norte los canadienses, violando la Constitución de la República Dominicana favorecieron a mil 200 inmigrantes que establecieron un barrio “Los Algodones” llamada Villa Esperanza.

Este lugar está ubicado a unos 2.1 kilómetros de la carretera Puerto Plata-Sosúa, era un batey, fue convertido por Arismendi Medina, concejal del Partido Reformista Social Cristiano -PRSC-quien funge de presidente de la Fundación El Samaritano, en un barrio con unas 250 casas de blocks, techos de zinc y pisos de cemento gris.

El proyecto habitacional tiene una escuela, dos iglesias, un dispensario médico, suministro de agua por tuberías, cableado eléctrico, parque de recreación, colmados, barbería, banca de lotería y otros negocios.

La zona tiene 3 mil metros cuadrados, antes de ese proyecto construido en el tercero periodo de Leonel Fernández del PLD del 2007 al 2011 se permitió ejecutarlo y nadie desde el gobierno lo impidió.

Igualito:

Las casas tienen el mismo modelo, dos habitaciones, baño, sala, comedor, cocina, galería, en un espacio de 50 metros cuadrados donde conviven hasta nueve miembros de una familia.

El haitiano con nombres latinos Félix José, reside con su esposa, madre, padrastro, 5 hijos.

Relata: “Yo trabajo en construcción, veces duro hasta dos y tres meses sin hacer nada. Hay que coger “fiao” en el colmado”, manifestó en español, mientras, dentro de la casa los familiares se escuchaban hablar en creole.

Justo al lado de Félix, habita Yeda Lamú, de 26 años y siete personas más, quien llegó a Villa Esperanza con un hijo de dos y desde el 2007 a la fecha seis hijos más y cuatro.

Cuando el entonces regidor reformista entregó a su marido la casa en Montellano, Lamú relata que su cónyuge la envió a buscar a Haití, en donde vivía alquilada y pagaba 500 Goude.

Indocumentados:

Varios de los residentes en el lugar admitieron que “ninguno” de estos haitianos cuentan con la documentación necesaria para estar legal en territorio dominicano.

“Una de las principales dificultades es que el 95% de los que son nacidos y criados aquí en la República Dominicana, no tienen documentación”.

El concejal PRSC alega ignorancia.

Cuando se realizó este trabajo cuestionado sobre la razón por la que la Fundación, construye viviendas a indocumentados en el país, Arismendi Medina dijo que desconocía el estatus migratorio de esas personas.

“Solamente se reformó la condición de vida de ellos en ese sector, porque ellos vivían ahí. El Estado es que los tiene aquí, no somos nosotros. El Estado tiene su departamento y su servicio de inteligencia y de Migración, ellos son los que tienen que ponerlo en práctica, yo no tengo la culpa de que diario dejen meter cientos de personas de otro lugar, eso no me corresponde a mí como presidente de la Fundación”, manifestó molesto.

La vida en el barrio:

En la comunidad Villa Esperanza, el acceso a educación y salud es limitado. La escuela llega hasta octavo de la primaria y cuenta con unos siete profesores.

Estudiantes alcanzan octavo grado, algunos-muy pocos-, optan por trasladarse a la ciudad de Puerto Plata para continuar el bachillerato. Sin embargo, indican que se les dificulta porque para llegar deben conseguir el dinero del traslado.

Por otro lado, de acuerdo a sus informes, a pesar de que cuentan con un dispensario médico, sólo reciben la visita los lunes de un doctor, que está de 8:00 de la mañana a 12:00 del mediodía. Los días feriados no funciona.

“A veces los muchachos se enferman en la mano de uno y tenemos que ir para Puerto Plata y ni pasaje uno encuentra, cogemos un “moto concho fiao” y lo pagamos cuando encontramos”, manifestó uno de los haitianos.

La preocupación era generalizada.

Aunque reciben el servicio de agua y luz, cuando se ausenta, muchos utilizan el agua de la cañada para descargar los baños.

En esta zona con calles sin asfaltar, la precariedad abunda en las viviendas. Muchas de las casas carecen de estufa para cocinar por lo que utilizan anafe y carbón.

La mayoría de las mujeres no trabajan, mientras los hombres por lo general se ganan la vida como “obreros de construcción y chapeo”.

La Fundación:

De acuerdo a la declaración de Medina, la Fundación El Samaritano, fue creada para ayudar a la gente pobre.

En 27 años que llevan trabajando, han construido alrededor de 1,500 viviendas para familias de escasos recursos y unos diez templos evangélicos.

“Los terrenos que utilizamos para construir se compran al sector privado, a los dueños de esos terrenos, el Estado nunca ha puesto cinco centavos para eso”, respondió.

Son 12 proyectos que han levantado en Sosúa y Puerto Plata, de los cuales- admite-, Villa Esperanza y Villa Ascensión, son de haitianos.

“Mayormente nosotros estamos trabajando con dominicanos, lo que pasa es que en algunos casos excepcionales, habían algunos lugares que estaban ocupados entre dominicanos y haitianos, y se construyeron las viviendas para los que vivían que eran barrios mixtos, pero todos los barrios que hay son para dominicanos”, afirma.

No quiso dar detalles de la cantidad total de viviendas que han entregado a los haitianos y del número de ellos que ya habitan allí.

Informes de prensa dan cuenta que un proyecto de vivienda de estos puede salir en alrededor de 1.5 millones de dólares.

En algunos actos de entrega se ha visto Elio Madonia, presidente de la Fundación en Cánada; Todd Kuiack, exembajador de Canadá en el país; Ben Sawatzky, presidente de Spruceland Millworks; Ilana Neumann, entonces alcaldesa de Sosúa y Aquilina Medina, presidenta del concejo municipal.

Compartir Esta Notcia
Picture of Ozema Méndez

Ozema Méndez

Publicado Por :

Scroll to Top