Miguel Batista con el título
SANTIAGO.- Miguel Batista perteneciente a un pequeño grupo de lanzadores dominicanos con 100 o más victorias en Grandes Ligas, acaba de ganar un de sus principales juegos.
El escenario no fue un estadio para béisbol, sino las aulas formadoras de profesionales de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
Batista, conocido además por casi una veintena de libros que ha escrito, recibió el título de Magíster en Derecho Procesal Penal, en la más reciente investidura de la regional de Higuey de la alta casa de estudios.
“Para mí, era un orgullo estudiar en la UASD. Es nuestra primera universidad y un patrimonio de nuestro país,” afirmó Batista.*
En ese sentido, agregó: “A pesar de que he ayudado a familiares a estudiar en otras instituciones, yo quería hacer mi maestría en la academia estatal porque para mí era un honor”.
Miguel Batista lanzó desde 1992 hasta el 2012 en Grandes Ligas, donde tuvo marca de 102 victorias, con lo cual se unió a un selecto grupo de serpentineros dominicanos.
Después de Bartolo Colón (245), Juan Marichal (240) y Pedro Martínez (219), que superaron las 200 victorias, el grupo de los 100 está integrado por Ervin Santana (149), Ramón Martínez (135), Pedro Julio Astacio (129, Joaquín Andújar (127, Johnny Cueto (126), José Rijo (116), Ubaldo Jiménez (114), Francisco Liriano (112, Miguel Batista (102 y Mario Melvin Soto (100).
En total Batista lanzó en 659 juegos, de ellos 248 como abridor y salvó 41 encuentros, con 1,956.1 de entradas, su efectividad fue de 4,48 y el WHIP de 1.49.
En el 2001 fue campeón mundial con los Cascabeles de Arizona, quienes se impusieron en la Serie Mundial a los Yankees de Nueva York.
Además del béisbol, Miguel Batista es un amante de las letras y ha escrito libros como, Paragradas, El Fantasma de la Primavera, El Niño que quería hablar con Dios, Papa Daniel, Sentimiento en blanco y negro, Sueño de prostitutas y la Maldición del Diablo Rojo, entre otros.
En la pelota dominicana Miguel Batista tuvo marca de 36-24 y efectividad de 3,25, con siete juegos salvados, trabajó 479.0 episodios y abanicó a 310 adversarios.
Aunque dio muchos momentos de glorias a las Águilas Cibaeñas, cuando era miembro de los Pollos del Cibao, el 22 de diciembre de 1999, lanzó un no hitter en el estadio Cibao.