El actual Gobierno se ha acostumbrado a estar muy pendiente de las reacciones de la gente en las redes sociales, cada vez que anuncia una medida que puede ser del desagrado público.
Como es posible que un gobernantes de una nacion tenga primero de escuchar la opinion de la gente para la toma de desiciones de un pais Y para colmo en la mayoría de los casos, la reacción es dar marcha atrás a las decisiones que ya tomo.
El caso más reciente es el de la disposición del Ministerio de Interior y Policía de limitar el horario de la venta de bebidas alcohólicas en la provincia de Santo Domingo.
Justo dos semanas después de anunciar la disposición, el mismo ministerio que la anunció, reculó y otorgó permisos, nuevamente, para que se venda alcohol sin limitaciones en la citada provincia.
¿Si hace dos semanas era necesario imponer esa medida para combatir la delincuencia, de acuerdo a estadísticas mostradas por el mismo ministerio, la razón que había motivado la decisión cambió?
La percepción del cambio tan rápido hace pensar que se está improvisando en algo tan relevante como la seguridad ciudadana.
Aunque reconocemos que es importante escuchar al pueblo, el Gobierno debe entender que su función no es caerles bien a todos, sino gobernar.